No podemos poner en duda la importancia que hoy día tienen algunos medios, sobre todo la televisión y como crecimiento de gran magnitud internet, que año tras año crece y en gran parte por la incorporación de los más jóvenes. Estos medios tienen ciertamente un influjo penetrante en nuestro mundo, para bien y para mal. No digamos si la influencia formativa de estos medios se contrapone con la de los padres y la escuela, estamos en una catástrofe.

Como digo, la información puede ser buena o mala, pero para eso estamos los padres, aunque por desgracia hay muchos que prefieren no molestarse en comentar con sus hijos qué es bueno o malo para ellos. No tienen la valentía de apagar la televisión, cuando se emiten programas que exaltan la violencia, reflejan comportamientos antisociales, banalizan la sexualidad humana, etcétera.

Algo de lo mismo ocurre con internet, hoy está de moda que el niño tenga un ordenador en su habitación, pero ¿qué puede ocurrir? ¿sabemos que pueden estar leyendo o viendo nuestros hijos? Hay padres que dicen yo le doy muchas vueltas a ver que está haciendo, pero de todos es conocido la rapidez con que se cambia antes de que llegue otra persona a percibirlo. Y, ocurre otro problema, es el aislamiento del niño, algunos alteran sus ritmos de deporte, descanso, carecen del tiempo también para la reflexión, necesarios para un desarrollo sano y equilibrado de la persona.

En definitiva que todas las nuevas tecnologías son buenas, pero también puede ser malas, dependiendo del uso que se haga y como se haga de ellas.

¿Sabemos enseñar a nuestros hijos cómo utilizar estos medios?

Elena Baeza **

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