Es increíble lo que hemos evolucionado en educación familiar. El materialismo consumista de la sociedad capitalista nos ha desbordado y lo hemos llevado hasta el extremo de confundir educación plena con abundancia material. E intentamos compensar nuestra falta de tiempo hacia nuestros hijos con todo aquello que podemos comprar materialmente. Y eso no es educar. Entre Navidad y Reyes, nuestros hijos recibirán no menos de 10 paquetes cada uno. Y luego están los cumpleaños, los santos... Pero el problema se agrava con la actitud que adoptan estos nuevos chavales. Es la generación del sí puedo , de los que creen que tienen derecho a todo porque se lo hemos dado todo. El otro día fui al cine con mis hijas y amigos de ellas. Yo solo con 6 niños. Entramos cuando la película estaba a punto de empezar. No había pasado ni un minuto, cuando oí: "Oscar, ¿y las palomitas?". Y eso que acabábamos de comer. Después de tanta insistencia de los niños, las compré. Traje dos contenedores y no querían compartir. Luego empezaron a solicitar agua. Pero lo que más me llamó la atención fue la forma de pedir las cosas. Educadamente, pero con insistencia militar. No tuve más remedio que ir a por el agua. Y después faltaban las golosinas... y la cena del sábado... En fin, creo que nos hemos ido al otro extremo. Cuando era chaval, no me podía equivocar en la elección del regalo de Reyes. Solo había uno al año. Pero jugábamos mucho. Y nos enseñaron a valorar el esfuerzo de obtener las cosas, justo lo más propicio para fomentar el carácter de emprendedor. Me preocupa que los críos de hoy no emprendan mañana, y que solo hagan que pedir y comprar. Hay que volver a la cultura del esfuerzo y de saber dar valor al sacrificio para obtener las cosas.

Oscar Sánchez **

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