Así de sencillo, tres simples objetivos que por obvios se han obviado. Ayer comenzaron en el Congreso las comparecencias ante la Subcomisión de Educación y Deporte para alcanzar un Pacto de Estado Político y Social por la Educación. Esta subcomisión, además debería conformar una nueva ley que sustituya a la anterior y controvertida Lomce.

Será la primera vez que comparezcan más de 50 ponentes en cualquier subcomisión creada para oír a los distintos estamentos políticos, sociales y profesionales para cuestiones de esta índole, concretamente 82 comparecencias de las cuales hay que recordar como buen comienzo que 19 han sido consensuadas, nueve sindicatos docentes, tres patronales, cuatro de estudiantes y tres padres y madres. Como bien subyace del consenso, la piedra angular del próximo pacto, será principalmente el profesorado, la verdadera herramienta y el motor de cualquier ley y avance educativo no cómo exclusivo pero sí como principal artífice de la búsqueda de la ansiada excelencia educativa. Por fin algo de cordura.

Y es que no es tan complicado si dejamos la paja a un lado y nos centramos en lo obvio, si abandonamos el ideario políticos, algunos enmascarados en sociales, y los réditos electorales. ¿Y qué se necesita en la Educación del siglo XXI?, algunos lo tienen claro y lo dicen claro. Educar, combatir el fracaso escolar y revalorizar la profesión docente.

Con un cambio de modelo educativo hacia parámetros de calidad que valore el conocimiento, la adquisición de competencias, la exigencia, la evaluación y el esfuerzo partiendo de la individualidad y sin límites de desarrollo. Definir unos principios y contenidos básicos y comunes para todo el Estado que vertebren nuestro sistema educativo a nivel curricular, social así como para los cuerpos docentes. Una ley de financiación que alcance al menos el 6% del PIB, elevar la autonomía organizativa y pedagógica de los centros a través de sus claustros, un estatuto docente que revalorice al profesorado y la implantación del MIR educativo, y ahondar más en la convivencia escolar en todos los ámbitos.

Hemos tenido el mejor comienzo, esperemos tengamos el mejor final, suerte.

* Maestro