Paradores de Turismo afronta en la actualidad el mayor proceso de expansión de las últimas décadas. Para Extremadura, una de las comunidades donde la red posee algunos de sus establecimientos más emblemáticos, este proyecto implica la apertura de un nuevo establecimiento en Badajoz y nos plantea el reto de poner en el mercado turístico mundial esta atractiva tierra de interior.

Durante décadas, el carácter dinamizador de Paradores estuvo directamente relacionado con el objetivo de fomentar y canalizar la demanda turística hacia zonas atractivas pero poco conocidas, unido a la recuperación del patrimonio histórico-artístico e, indirectamente, con el desarrollo de nuevas infraestructuras, carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos.

En 1991 la red deja de ser un ente público para convertirse en la sociedad estatal Paradores de Turismo de España, SA , en cuya ley de creación se especifica que ha de actuar de acuerdo con los principios de rentabilidad y eficiencia, "sin perjuicio de atender el cumplimiento de los objetivos de política turística que puedan asignársele".

De esta forma, Paradores se constituye en "un instrumento de política turística, que proyecta la imagen de modernidad y calidad de nuestro turismo en el exterior y que contribuye a la integración territorial, a la recuperación y mantenimiento del Patrimonio Histórico-Artístico de nuestro país y a la preservación y disfrute de espacios naturales, siendo a la vez el motor del conjunto de las acciones dinamizadoras de zonas con reducido movimiento turístico o económico".

XLA CONSTATACIONx de esta peculiar función que cumplen los Paradores y que diferencia a esta empresa de cualquier otra cadena hotelera, se evidencia en el impacto constatado que el establecimiento de un nuevo parador produce en su entorno, generando un efecto de atracción a otros hoteles, restaurantes y servicios turísticos en general y, consecuentemente, a la afluencia de viajeros al destino donde el parador se ubica. Casos como los de Ronda, Lerma, Santo Estevo o La Granja, por citar algunos, son buena muestra de ello.

Y la actualidad de esta misión, en pleno siglo XXI y tras ochenta años de existencia, se desprende claramente de la relación de futuros establecimientos que se encuentran hoy en construcción o en proyecto, cuyas obras, como en el caso de Badajoz, siguen respondiendo a la búsqueda consciente por parte de las autoridades públicas de un efecto dinamizador turístico y económico.

Esta es la realidad de la misión desempeñada por Paradores, una realidad medible y constatable a partir del impacto de la apertura y puesta en marcha de los establecimientos de la red, cuyos efectos pueden sintetizarse del siguiente modo:

1. La apertura de un parador sitúa a la población que lo acoge en el mapa turístico de España, actuando en muchos casos como revelador de la existencia de un enclave geográfico y como polo de atracción de visitantes.

2. Potencia el desarrollo y genera servicios para la población. El hecho de que sea la propia Administración pública la que decide la creación de un gran número de paradores conlleva que éstos vayan a menudo acompañados de infraestructuras y servicios.

3. Supone un importante revulsivo para la actividad económica de su zona de influencia, activando el desarrollo de nueva planta hotelera y de servicios, equipamientos institucionales y culturales y mejora de la oferta turística en su conjunto.

4. Genera empleo directo e indirecto, lo que resulta de especial relevancia en las pequeñas poblaciones donde la mayoría se ubican.

5. Consecuencia de todo lo anterior es la mejora de la renta per cápita de la población del entorno de los Paradores.

6. Genera sinergias con las administraciones locales y autonómicas en la promoción turística.

7. Impulsa la recuperación patrimonial y urbanística, pues la rehabilitación o construcción de los edificios suele ir acompañada de obras de acondicionamiento del entorno y de la aprobación de Planes de Protección o de Dinamización Turística que lo mejoran y preservan.

Las anteriores reflexiones nos permiten concluir que el establecimiento de un Parador conlleva, sin lugar a dudas, un doble efecto de dinamización: turística, pues sobre ese modelo peculiar de alojamientos pilotan un conjunto de actuaciones de las diversas instituciones públicas dirigidas a situar sus poblaciones en la ruta de los itinerarios turísticos; y económica, pues desde su origen los Paradores han actuado y siguen haciéndolo como auténticos catalizadores y motores de desarrollo interior, con la consiguiente generación de servicios y riqueza a favor de la población del lugar.

*Presidente-consejero delegadode Paradores de Turismo.