XLxos medios de comunicación nos informan a diario de las efemérides y es de esperar que en estos días se harán eco de lo sucedido aquel mes de agosto de 1980, cuando un numeroso grupo de alcaldes de Extremadura dirigidos por una pandilla de indocumentados se encerraba en el ayuntamiento de Villanueva para evitar el proyecto y apertura de la Central Nuclear de Valdecaballeros, que años mas tarde daría su fruto tras la moratoria nuclear.

Hace unos días en las páginas de EL PERIODICO nos lo recordaba el profesor Artemio Baigorri, en un par de artículos sobre la Refinería: una apuesta arriesgada , como única solución de futuro para Extremadura, ya que en su opinión el actual modelo está agotado.

Encierros y manifestaciones entonces, manifestaciones ahora, no exentos en ambos casos de cierto paralelismo coercitivo, que nada tiene que ver con eso que algún amigo define como "una sociedad con poso de intolerancia", palabras que no encajan con aquellas otras que años atrás refería el Presidente Rodríguez Ibarra en su libro Más que palabras:"un gobernante democrático, surgido de la voluntad del pueblo, no sólo no teme la protesta, la reivindicación y la exigencia de justicia, sino por el contrario siente el orgullo de gobernar sobre un pueblo vivo, valiente y decidido". Durante los últimos años se nos mostró una Extremadura libre de contaminación, un medio ambiente paradisíaco, un pulmón dentro de la Europa comunitaria, las posibilidades de energías alternativas --que no llegan por sitio alguno-- aunque son las que apoya el actual ministerio del señor Montilla.

Por el contrario, se defiende desde el Gobierno Regional un proyecto contaminante, que viene acompañado --si somos buenos-- de un gran proyecto para Cáceres y un sinfín de nuevas empresas para otras poblaciones, ¡como el cuento de la lechera! Por aquello de las efemérides que comentábamos al principio, me viene a la memoria el libro de Manuel Veiga Extremadura 1983-2058, historia del futuro . Acertó poco sobre el futuro de la Comunidad, aunque en estos momentos puede que estuviese en el buen camino sobre el posible cambio del sistema electoral , ya que si así fuese, se podía beneficiar la democracia en general, evitando nacionalismos rancios, periféricos y tránsfugas oportunistas cercanos.

Aunque por el camino que vamos, dudo que acierte en su su propuesta de referéndum para la reapertura de Valdecaballeros allá por el 2011. Claro que antes está la prórroga de Almaraz y la necesidad de un cementerio nuclear. ¡Tiempo vamos a tener para manifestaciones con estas brevas por delante!

*Médico