He leido que el Comité Olímpico Internacional (COPI) ha impuesto unas normas para los deportistas que participan en los Juegos de Londres, según la cuales nadie podrá portar cruces, u otros símbolos de contenido religioso con el fin de garantizar que ningún sentimiento se vea ofendido. Ardua tarea se les presenta a los controladores de los estadios si quieren extremar el cumplimiento de esta norma, pues tendrán que prohibir nada menos que el uso de la Union Jack (bandera británica y de toda la Commonwealth; país, no olvidemos, que es el anfitrión de la competición olímpica) ya que muestra nada menos tres cruces superpuestas: la de san Jorge, la de san Patricio y la de san Andrés. Y si su Graciosa Majestad aparece para la inauguración o la clausura ¿prohibirán tambien el God save de Queen ( Dios salve a la Reina)? También tendrán que prohibir o confiscar fotos o monedas con la imagen coronada de la reina: la corona porta pequeñas cruces como Jefa de la Iglesia de Inglaterra. Ah ! y pobres americanos ! les tendrán que confiscar todos los dolares que llevan encima ya que en todos aparece el "In God we trust" (en Dios confiamos ). Ya me veo a algún deportista que tenga la costumbre de santiguarse antes o después de la prueba, o de dar gracias a Dios mirando a la Meca, desposeido de cualquier título... Y así podriamos seguir. Una cosa es que en los Juegos Olimpicos no se haga discriminación de nadie por sus creencias religiosas y otra muy distinta es que se quiera castigar o discriminar a la mayoría que sí tiene creencias y que las exprese respetuosamente. Está claro que la ineptitud y sectarismo antirreligioso de algunos miembros del COI prima sobre el sentido común y el sentido del ridículo.

José Rodríguez Bartolomé **

Cáceres