El equipo de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero acaba de brindarnos una nueva lindeza para el futuro de nuestra región. La ingeniosa y creativa ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado , ha anunciado que equipará el vino a las bebidas alcohólicas de alta graduación, con todos los legalismos y limitaciones que ello conlleva. Esta acción está enmarcada dentro del nuevo Anteproyecto de Ley de Prevención del Consumo de Alcohol en menores, que dentro de unas semanas se debatirá en el Congreso de los Diputados. ¿Y a todo esto qué opina el PSOE de Extremadura? Pues nada, silencio absoluto. Una vez más la disciplina de partido se impone y provoca que los corderos extremeños estén silenciados.

En primer lugar, el anteproyecto de ley presentado por el Gobierno, no apuesta por la información ni por la concienciación de los menores. En segundo lugar, este anteproyecto limitará las acciones publicitarias y de distribución de las bodegas vinateras extremeñas, riojanas, castellano leonesas y manchegas. El consumo de alcohol en menores es un problema muy serio, pero las cosas no se arreglan con medidas de corte coercitivo, ni con medidas autoritarias, y ni mucho menos aplicando un intervencionismo asfixiante en la vida diaria de los ciudadanos.

Señora Salgado y señores socialistas, queremos resolver el consumo de alcohol en menores pero el camino a este destino no pasa por pisotear y atacar a una bebida que forma parte de nuestra historia, una bebida que forma parte de nuestra cultura y de nuestro arte, una bebida que genera riqueza y empleo en nuestra tierra, una bebida que está considerada como saludable desde el 2003 por la Organización Mundial de la Salud, una bebida de las que hay museos, una bebida que está siendo estudiada por carreras universitarias. Extremadura es, tras Castilla la Mancha, la segunda región española en cuanto a superficie de viñedo cultivada con 89.489 hectáreas. El vino supone el modus vivendi de muchos de nuestros municipios, da trabajo a miles de jóvenes extremeños y aporta un gran valor económico a la producción agraria.

El silencio de los socialistas extremeños fue cómplice en el fin del cultivo del tabaco. Ahora ese silencio vuelve a estar presente mientras algunos iluminados arremeten contra un elemento básico de la economía extremeña y de zonas como la de Tierra de Barros. Arremeten contra el tabaco, arremeten contra las hamburguesas, arremeten contra el vino, y a eso le llaman ser progre . Y es que vamos a tener que darles las gracias porque lo hacen por nuestra salud, eso sí, por nuestra salud también intentan construirnos una refinería en la tierra más próspera de la región. ¡Vaya hipocresía!

En Extremadura, está prohibida por ley la venta de alcohol a menores, está limitada por horarios especiales la venta de alcohol, están limitados los establecimientos que pueden distribuir alcohol, están limitados por ley los horarios de pubs y discotecas, están delimitadas por ley las zonas donde se puede consumir alcohol en la calle, ¿y se ha conseguido algo con tantas prohibiciones? Pues no. Ahora los jóvenes empiezan a consumir alcohol en la región a los 13 años y este hecho demuestra que para solucionar problemas no hay que apostar por la prohibición ni por la limitación . Para resolver problemas relacionados con los jóvenes hay que apostar por la información, concienciación y sensibilización. Señores socialistas, mientras toman nota, aprovechen para dar la cara ante el sector vitivinícola extremeño.

*Presidente regional de NNGGdel PP de Extremadura