WEwl proceso electoral abierto para renovar a los responsables de la Cámara de Comercio de Cáceres, y para lo cual están llamados hoy a votar alrededor de 30.000 empresas de la provincia, no se ha desarrollado precisamente en el clima de contraste de ideas, pero de sosiego de las distintas candidaturas, que el caso requiere. Las acusaciones de irregularidades, las imputaciones de manejos para atraerse votos y de prácticas fraudulentas, han gravitado, sobre todo en los últimos días, en la campaña, ante lo cual un juzgado de Cáceres ha abierto una investigación.

Las cámaras de comercio se renuevan por métodos democráticos desde hace ya suficientes años, por lo que el clima en el que se desarrolla la campaña debería estar ya libre de cualquier circunstancia que enrareciera la limpieza del proceso. No ha sido así ante las elecciones de hoy y el ejemplo que están dando los empresarios no es el mejor para animar a los votantes a que se acerquen a las urnas. Bien es cierto que tampoco el cuerpo electoral responde cuando es convocado a elegir a sus representantes camerales, y esta circunstancia también es una rémora porque la participación no alcanza el nivel que otorgue una sólida representatividad a los ganadores.