TEtl El micrófono, en televisión, nunca está del todo apagado. Ocurrió una vez en la televisión cubana, en donde un viejo periodista que hacía las delicias de los niños con su programa infantil, al creer que se había hecho la desconexión dijo entre palabras muy gruesas que estaba de los niños hasta un lugar que no se puede reproducir aquí. El periodista fue despedido y los niños tuvieron que buscar otro programa. Que el micrófono no está nunca totalmente cerrado, es un axioma de los viejos periodistas de televisión y no se explica muy bien cómo Iñaki Gabilondo , que es veterano en la radio, no sabe que siempre están en riesgo de trasmitir lo que no se dice cuando se piensa que están abiertos.

Que al PSOE le viene bien la tensión es cosa que ya se sabe. No hace falta ver más que el jugo que le han sacado a la torpeza de los obispos españoles que son, hasta ahora, el mejor activo de la campaña socialista. Pero una cosa es que se sepa que el catastrofismo y la crispación son elementos movilizadotes por rechazo y otra muy distinta que el presidente del Gobierno y el candidato socialista desvele a los electores que el talante es solamente una convención oportunista, pero que en realidad de lo que se alimenta y se moviliza su partido es con la bronca.

El PSOE ha hecho una puesta en escena del buenísmo y de la amabilidad que no se corresponde con la verdadera estrategia. La campaña del PSOE está basada en la moderación porque se espera que la agresividad la ponga el contrario. Si Zapatero confiesa a micrófono cerrado/abierto que le interesa la tensión está confesando una doble cara que es lo que más daño le puede hacer.

El PP no ha empezado a explotar todavía esa confesión del presidente. Pero da la sensación de que el dosificador de pildorazos va a estar muy medido en esta campaña en la que los fallos del contrario empiezan a ser mucho más importantes que los aciertos propios.