De genética conservadora por educación o constitución y más amiga de la iniciativa privada que de papá estado, conocedora de que históricamente el ansia igualatoria siempre degeneró en el encumbramiento de unos pocos sicópatas y en el aniquilamiento sistemático de los disidentes, convencida de que, aun proclamándolo en hermoso cántico, nunca estuvo en la mente de siniestros dirigentes que gobernaran los parias de la tierra, llegada la primera cita de las urnas 2015, a una le está costando esfuerzo ímprobo decidir el sentido de su voto.

Aun reconociendo que Rajoy es hombre de escasa habilidad comunicativa, amigo de utilizar el plasma en lugar de batirse a cara descubierta y que su partido esconde turbios episodios de corrupción que por fin están siendo investigados, y ¡ojo a los hipócritas! no más que otras formaciones del arco parlamentario, salvo las emergentes, alguna de las cuales ya están haciendo sus pinitos, no se explica esta ingenua que en la política de pactos del PSOE, se tache a los populares de "derecha insolidaria" sin más y se adelante que no hay que temerle al diálogo, a la negociación y a los pactos, con todos menos con PP y Bildu.

Para una el PSOE ha sido un partido sensato tolerante y dialogante cuyo papel en la construcción de la España democrática salida de la Transición nunca será suficientemente agradecido. Por eso no entiende que equipare a los populares con la marca proetarra, esa que no ha querido acoger en San Sebastián el campeonato mundial de bádminton porque iba a participar la selección española. No gustándole en absoluto Podemos y considerando extremadamente pedante y antipático a su líder, no termina de creerse la apocalíptica profecía de Esperanza Aguirre de que la victoria de Iglesias será el fin de la libertad y además le parece bien su afirmación de que dialogará con todos, también con el PP, pero exigirá a Bildu que condene el terrorismo.

Y admirando a Rivera por su valentía, frescura y patriotismo, recela que su partido sea solo él y unas bonitas ideas de sentido común con alguna ocurrencia tardía.