XBxaroja escribió un "elogio sentimental del acordeón" y el instrumento en cuestión se sigue tocando en medio mundo. No creo tampoco que porque cada año escribamos y publiquemos por estas fechas un "elogio del libro" éste vaya a convertirse en su epitafio. Todo lo contrario.

Por eso hemos impulsado desde hace tres años la edición y distribución masiva de un elogio literario del libro, coincidiendo siempre con el día que tradicionalmente ha señalado para su exaltación: el 23 de abril, en España "Día del Libro y fecha del aniversario de la muerte del Príncipe de los Ingenios don Miguel de Cervantes Saavedra ". Cada uno de estos opúsculos: Elogio de los libros, de Alvaro Valverde, El festín de Alejandría, de José Luis García Martín y Tampoco a mí me gusta. Elogio adolescente de la lectura, de Javier Rodríguez Marcos (publicados y distribuidos masivamente por escuelas y bibliotecas el año 2002, 2003 y 2004, respectivamente) es --y repárese en que lo pongo sin el habitual diminutivo-- una verdadera "joya literaria". Hacer un encomio del libro y la lectura de carácter literario al lado de éstos que acabo de citar --y cuya lectura recomiendo vivamente--, sería por mi parte todo un atrevimiento. No se preocupen, no voy a intentar emularlos. Me gustaría, sin embargo, terciar mi cuarto a favor del libro, por decirlo cervantinamente. Y lo voy a hacer desde al ángulo político.

Creo que el libro se beneficia del aire fresco. La literatura es como una droga, decía Lobo Antunes. ¡Bendita droga¡ Leer literatura o libros de ciencia, o de jardinería, o periódicos..., puede llegar a ser, ciertamente, un pasión: un padecimiento. Pero no olvidemos lo que decía Enrique Vila-Matas en otro elogio de la lectura "en cuanto se tiene un padecimiento se tiene una opinión propia".

Pues eso: leer es tener una opinión propia. Juzguen ustedes si quieren ser hombres libres --dolorosamente libres a veces--, o esclavos de alguna moderna y alienante "caverna platónica". Si no sabe a qué me refiero pregúntele a su hijo el que estudia COU (perdón, 2.º de bachillerato) qué es eso de la "caverna de Platón". El sí sabe de qué hablo. El sí que lee y tiene opinión. Y como ha estrenado también su derecho al voto, pues... ya sabe lo que ha pasado.

Lo dicho: leer nos hace libre, críticos opinantes y democráticamente respondones.

*Consejero de Cultura de la Junta de Extremadura