Matrona y vocal del Colegio de Enfermería

A veces la disyuntiva de ser madre o mantener el empleo pasa por los pensamientos de las mujeres trabajadoras que tienen un contrato temporal de trabajo, o una situación laboral precaria. Y no olvidemos que éstas, por desgracia, son muchas.

En un momento social en el que queremos lograr un aumento demográfico, sin obviar el acceso de la mujer al mundo laboral, y todo conjugado con un modelo de desarrollo económico que contemple como uno de sus pilares básicos, la creación de puestos de trabajo, las mujeres trabajadoras embarazadas suponen un colectivo prioritario al que favorecer.

Sin embargo, es utópico considerar que un empleador, sobre todo si a la empresa privada nos referimos, no se sienta reticente al contratar a una persona, mujer, en avanzado estado de gestación. Incluso si ésta es recién casada, aunque no esté embarazada, sus probabilidades de éxito en la búsqueda de empleo pueden quedar mermadas. Asimismo, se pueden producir situaciones de no renovación de contratos ante la posibilidad de que ésta coincida con un posible embarazo.

Desde la administración se desarrollan medidas para tratar de paliar, dentro de lo posible, las dificultades que plantea a una mujer conjugar embarazo y empleo. Pero a veces esta misma administración deja escapar, quizá por falta de previsión, posibilidades que serían logros efectivos para las mujeres que, estando empleadas, quieran tener descendencia.

Una de estas medidas no tenidas en cuenta es la de posibilitar que las mujeres trabajadoras embarazadas pudieran llevar el control de su embarazo por la tarde, lo que supondría una reducción en el número de permisos que tendrían que pedir en su empresa para acudir al centro de salud.

Otras personas ya gozan de estas facilidades, puesto que, para mejorar la accesibilidad del ciudadano a su centro de salud, la cláusula 5 del Acuerdo para la Mejora de la Sanidad Pública de Extremadura permite realizar jornadas de tarde a diferentes colectivos sanitarios. Sin embargo, no se ha tenido en cuenta en el desarrollo de esta cláusula, a las matronas y matrones de Atención Primaria, que sólo pueden desarrollar su jornada laboral por las mañanas.

De esta forma, las mujeres trabajadoras embarazadas son discriminadas con respecto al resto de trabajadores, ya que sólo pueden acceder por las mañanas a unos servicios sanitarios para ellas imprescindibles, y que les obliga a tener que ausentarse de su trabajo. El Servicio Extremeño de Salud tiene en sus manos la capacidad de solventar esta problemática fácilmente, posibilitando que matrones y matronas de los centros de salud puedan desarrollar su jornada laboral por las tardes, tal y como lo vienen haciendo las enfermeras y enfermeros de estos centros. Y parece lógico y evidente que cualquier medida en el sentido de mejorar la promoción de la mujer en el mundo laboral, así como facilitar que se conjugue este hecho con el aumento de la natalidad, será bien recibida por todos.

La vocalía de matronas del Colegio Oficial de Enfermería de Cáceres aboga por esta medida, ya que supone un beneficio tanto para los profesionales que lo componen, como para las mujeres a las que atienden.