XCxomo ciudadano estas cosas inquietan; hay quien cree que todos los periodistas, todos, somos o de uno o de otros y que disfrutamos criticando unos al PSOE y otros al PP. El mayor elogio que he recibido en forma de crítica fue de un televidente que, en directo, acusaba a mis compañeros de tertulia de ser de derechas y a mí caprichoso: "según se levante es del PSOE o del PP". Hombre, tal vez cabe la posibilidad de que mis afinidades no se deban al hecho de levantarme por la derecha o por la izquierda sino la opinión personal sobre el tema que se debata ese día.

Sirva este largo preámbulo para explicar que uno es más tiempo ciudadano que periodista y que una huelga de transportes, no es nada tranquilizador como tampoco lo es, por aquellos de la hipoteca nuestra de cada día, que se nos dispare la inflación y suban los intereses. Tampoco le gusta a uno que un medicamento que en su comunidad lo contempla la Seguridad Social, en otra esté fuera de esa lista o que la empresa donde trabaja su cuñado, se plantee irse de donde está para buscar mejor trato fiscal.

Hasta ahora a ZP el mundo --menos Bush -- le había devuelto la sonrisa permanente que él ofrece al mundo. Pero eso, ay, no dura siempre y empiezan a acumularse los problemas sobre la mesa de La Moncloa. Si con el presunto diálogo con ETA tenía y tiene aún la baza a su favor de no haber asistido a ningún funeral provocado por la banda terrorista --y ojalá nunca tenga que ir ni él ni sus sucesores-- le acaban de montar una huelga de transportes que negocian a marchas forzadas para resolverla cuantos antes, tiene a un presidente de la Generalidad que ni se habla con el ministro Montilla , amenaza la sombra de Estatuto catalán para la que no hay salida airosa pese a las ocho fórmulas semánticas de la palabra nación porque lo fundamental no es exactamente la palabra, ve como la inflación supera a estas alturas los límites previstos para todo el año, contempla el abandono de los subsaharianos en medio del desierto mientras su ministro dice que las relaciones con Marruecos están mejor que nunca, su vicepresidente deja en un lugar poco airoso al Rey de España que parece que actúa por libre (y no), Bush (siempre Bush) tuerce el gesto tras la Cumbre Iberoamericana y el inefable Chávez acusa a la prensa española de manipuladora. Va a hacer falta talante para solucionar todo esto, pero si se me permite un consejo, sirva este tópico médico: más vale prevenir que curar, evitar las situaciones de riesgo y no provocar más problemas de los que ya tenemos.

*Periodista