El sindicato UGT ha puesto en marcha una iniciativa novedosa: informará a los jóvenes sobre sus derechos y sobre búsqueda de empleo a través del Messenger, la herramienta de comunicación más empleada por ese segmento de la población. La idea es muy oportuna y sin duda de utilidad. No en vano el empleo es el gran reto de Extremadura, el que encierra, como los Mandamientos, el resto de retos. Y es que la sociedad extremeña ha logrado en los últimos años mejorar en prácticamente todos los factores que determinan el progreso: en renta, en educación, en sanidad, en parque de vehículos...también en empleo en términos absolutos, pero no en estabilidad en el puesto de trabajo.

Este periódico daba cuenta el pasado domingo de un interesante estudio del Instituto Nacional de Estadística, titulado ´Indicadores sociales 2006´, a través del cual se establecía una comparación entre esos indicadores --los citados de renta, empleo, educación, etc.-- en el 2006 y 15 años antes, en 1991. Y uno de esos indicadores reflejaba la triste realidad de que 15 años atrás en Extremadura había un índice de precariedad en el empleo del 38%, mientras que ahora ese índice ha subido al 42%. Para atrás como los cangrejos.

El empleo hace a una persona ciudadano: por el empleo se convierte en un ´activo´ social, y el desempleo lo aboca a la triste condición de ´pasivo´ social. Por eso iniciativas como la que ha puesto en marcha UGT no resolverán el problema, que es de falta de tejido empresarial y muy particularmente de falta de tejido industrial, pero al menos lo difunden y lo recuerdan ante la sociedad y ante sus dirigentes.