Hace meses que el Grupo Parlamentario Popular, en su labor de control al gobierno de la Junta, no entendía los motivos por los que el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, el señor Vergeles, no facilitaba la información solicitada sobre el personal contratado por la empresa pública Gisvesa.

Hasta en seis ocasiones se pidió dicha información. Nunca hubo respuesta.

Hace un par de días que conocimos los motivos por los que la Junta sometía esta cuestión al más absoluto silencio: en dicha empresa, sostenida con dinero de todos los extremeños, se ha contratado a un buen número de exaltos cargos y amigos socialistas del señor Fernández Vara.

No hablamos de puestos de confianza. En tal caso, no cabría reproche, puesto que un gobierno está habilitado para contratar a profesionales de su más absoluta confianza, publicándose en la relación oficial de puestos de trabajo con total transparencia. No es el caso.

Estamos hablando de puestos de trabajo de una empresa pública, obligada por ley a cumplir en sus procesos de selección de personal con los principios de igualdad, mérito y capacidad.

El PSOE vuelve a usar a la Administración como una empresa de colocación de amigos y familiares socialistas.

Parece que en 30 años no han tenido tiempo suficiente para colocarlos a todos, y están aprovechando esta legislatura por lo que pueda pasar en el futuro.

Este afán de colocar amiguetes socialistas ha provocado además la quiebra de Gisvesa. La empresa, dedicada a la gestión de infraestructura, suelo y vivienda de Extremadura, ha tenido a cierre de 2017 unas pérdidas de un 330% más que el año 2016.

Así pues, para que sus amiguetes no pierdan sus puestos de trabajo, el Partido Socialista ha presentado una enmienda al proyecto de ley de presupuestos para la adquisición de acciones y participaciones del sector público por un importe de 1,6 millones de euros para rescatar Gisvesa.

Ahora toca ver si sus socios de Podemos serán cómplices de estos enchufes, poniéndose de perfil ante esta enmienda, porque uno no sólo responsable de lo que hace, sino de lo que no hace, de lo que no defiende, de lo que calla. En pocos días lo sabremos.