Candidata del PSOE a la Alcaldía de Cáceres

Es un hecho cierto el número realmente importante de familias que se endeudan. El endeudamiento alcanza al 77% de su renta bruta disponible y es debido a motivos diversos de difícil previsión. La subida de impuestos y precios que se está registrando en España, el crecimiento del paro y la precariedad en el empleo, donde sólo un 9% de los nuevos contratos son indefinidos, son causas claras del rápido crecimiento del endeudamiento que se viene registrando en nuestro país desde 1995, con la consiguiente inseguridad para las familias españolas.

La causa principal del endeudamiento es la compra de una vivienda. Una familia de tipo medio ha de dedicar la mitad de sus ingresos al pago de la misma. A la mayoría de los ciudadanos le será necesario, para hacerlo, 6,8 años de sus ingresos, mientras que los jóvenes, de acuerdo con un reciente informe del CES, precisarán emplear 10 veces su salario bruto anual y ahorrar durante 11 años para poder acceder al mercado. A pesar de estos datos el Gobierno informa que los precios de las casas suben porque los españoles tenemos recursos para acceder a la vivienda libre.

Desde 1996 los precios de las viviendas se han incrementado un 68%, aunque en algunas comunidades el incremento supera el 100%. Las viviendas protegidas han pasado de representar el 60% de las nuevas construcciones de hace 20 años, a sólo un 10% en la actualidad.

Puestas así las cosas, cabe decir que siendo la vivienda un artículo de primera necesidad para todos, no es menos cierto que existe un gran porcentaje de titulares de viviendas que sólo poseen esa propiedad inmobiliaria. Por eso el impuesto que grave esta posesión es un impuesto manifiestamente popular y uno de los más importantes, por su incidencia en los presupuestos de un ayuntamiento.

Cuando se repasa detenidamente el impuesto sobre bienes de naturaleza urbana en una ciudad como Cáceres, puede verse que desde el recibo de 1999 al del 2000 se ha producido una subida de un poco más del 13% y que el recibo del año 2001 tiene un aumento de casi un 12% sobre el año anterior, lo que significa que en dos años el tributo ha superado ampliamente lo que suele ser su aumento habitual. Si la subida entre el año 2001 y el 2002 ha sido un 9%, puede afirmarse que la subida total en los últimos tres años ha sido de un poco más del 34%, lo que evidentemente es una cifra a considerar cara a las economías más modestas como por ejemplo la de los pensionistas.

Por eso son tan inexactas las palabras de Aznar cuando reclamaba para Cáceres el título de ciudad donde menos impuestos se pagan. Como casi todo en esta vida, según y cómo y depende para quién. Sería perfecto que los poderes públicos en general elaborasen medidas que evitaran hacer crecer la brecha de modernas exclusiones sociales. Los datos lo confirman, ni los impuestos han bajado ni hay rebajas de precios para el usuario. Ni la privatización de los servicios públicos ha supuesto una mayor competitividad.