WDwentro de poco tiempo las parejas españolas podrán engendrar hijos idóneos para donar factores genéticos que puedan ayudar a un hermano que padezca una dolencia incurable. Este será el principal progreso que aportará la futura ley de reproducción asistida, aprobada ayer en el Congreso de los Diputados. El texto actualiza la vieja ley del año 1988, pionera en su época pero ahora desfasada respecto del inesperado auge de las investigaciones en biotecnología. También ha cambiado la mentalidad social a la hora de afrontar el destino final de los embriones congelados que no pueden ser destinados a reproducción. Ahora se admite, afortunadamente, de acuerdo con las pautas internacionales y con criterios restrictivos, que puedan ser utilizados para la investigación.

Aunque el PP y sus terminales mediáticas intenten descalificar la ley, es moderada. Tal como propugnan las comisiones científicas de España y del mundo, no avala la clonación reproductiva y prohíbe las madres de alquiler y la selección del sexo sin razones terapéuticas. Pero hacía falta esta reforma para actualizar el espíritu de progreso de la ley que desde hace 17 años ha permitido que muchas parejas españolas puedan satisfacer su deseo de tener descendencia.