Escritor

El "campus" de un instituto de Badajoz son los jardines del MEIAC, y se puede observar en profundidad a los estudiantes en pleno folgar tras su trabajo. La gran mayoría forman timbas de cartas o naipes, parejas sueltas buscan en las rinconadas alguna postura de renovación del Kamasutra, y más distanciado comentan la valentía de Estíbaliz Sanz, al descubrir la paja que Yola Berrocal le hiciera a Dinio en una excursión del Hotel Glamur, además del subsiguiente polvo, que primero es una cosa y después otra, por orden de preparación del coito. Estos son temas centrales. La otra más cultural: la de pedir "No a la guerra". Días atrás, a un profesor de ese centro, conocido mío y dechado en democracia, le lanzaban una piedra de cierto tamaño y le estallaban la luna delantera, que está ya contemplada en el seguro y sus riesgos. Jamás en seis años que tengo, en el trabajo junto a esos jardines, he visto a ninguno de esos muchachos pasarse apuntes, discutir sobre sus asignaturas o simplemente repasando. Esto es de antiguos. Ya no se repasa y menos se estudia teniendo en cuenta que lo importante son las pajas que le hacen a Dinio, o los masajes que se da Estíbaliz con hidratante por su hermoso cuerpo. Después está el padre de Estíbaliz, que hay que echarle de comer aparte. Su hija es un dechado de virtudes. Para los padres de la Berrocal, su hija es un prodigio. El mal somos los demás. A Pocholo Martínez Bordiú es imposible definirlo. Pienso que Pocholo es como le hubiera gustado ser a su tío, el yerno de Franco, cuando aspiraba a consejero nacional del Movimiento. El también apreciaba que el movimiento no se movía, y había que meterle marcha.

Lo anacrónico era lo que me pasaba a mí cuando era adolescente en los maristas, que rezaba antes de entrar en el colegio para que no me pasara nada. Después estaba la angustia de los problemas, la traducción de latín, las batallas que se hacían (no ésta de Aznar y Bush) a ver quién sabía más verbos irregulares, la formulación de la química, la historia de la filosofía...

Las pajas, después para todos, en casa. Hoy las dan por televisión, que es un avance importante.