Mi cuarto de estar es un recinto épico y yo me he vuelto épica al fin. Tarde sí y tarde también cuando nuestras maltratadas cervicales reposan al fin en el sofá nos sumergimos en el mítico espectáculo: fútbol. Abandonadas para siempre las series españolas, las vociferantes tertulias, los bailes de salón o los inquietantes informativos, ya solo hay ojos para el deporte rey convertido en romance, cantar de gesta, poema o epopeya. Porque el clásico no es hoy Homero o Virgilio sino el enfrentamiento en sí, el genuino acontecimiento interplanetario, el Barça- Madrid. Allí se concentran todos los heroicos actos que en el mundo han sido. Ríanse ustedes de las proezas de Agamenón, Menelao, Paris, Ayax, Patroclo y el mismísimo Hércules. Aqueos y troyanos son alfeñiques frente a las flamantes escuadras blanca y azulgrana y la rivalidad entre Aquiles y Héctor mera balsa de aceite ante el desafío total de Messi y Cristiano . Tarde tras tarde sobre el verde tapete, en Chelsea, en Roma o en Alcorcón, otros fieros combatientes regatean, atacan, embisten y patalean entre las ovaciones y los gritos emocionados, entusiasmados o insultantes de mis hombres queridos, que ya se extasían, ya se acuerdan de las madres de los héroes o del árbitro, más peligroso que el cíclope, pues es dueño del silbato, terrible rayo de Zeus. Estos hermosísimos soldados no se cubren con excelentes armaduras. No portan tremolantes cascos, ni broncíneas lanzas, ni agudas espadas, su uniforme es liviano pero sus abdominales espléndidos. No atienden por el pío Eneas o el astuto Ulises por más que todos tengan pies ligeros. Sus nombres son los sonoros epítetos de la pulga, el pipita, el kun, o el guaje. No brota su negra sangre, aunque a veces peligren sus tendones. Sufren roturas fibrilares, pubalgias o lesión de ligamentos cruzados. Corren como centauros, caen, se incorporan escupen y prosiguen. Diez años estuvo el orbe pendiente de Troya. Cinco heroicas jornadas le quedan a la Liga. Después el Mundial, que para eso el fútbol es hoy la leyenda, el mito, la epopeya.