Médico

Desde hace unos meses, la Junta, mediante buzoneo, hace llegar a nuestras casas una revista informativa donde nos pone al corriente de presupuestos, infraestructura y un sinfín de críticas al gobierno central por el mal trato que depara a los extremeños.

Uno, siempre obsesionado con los asuntos sanitarios, casi siempre busca tres pies al gato y no deja de asombrarse de los números y cifras que se ofrecen a la ciudadanía. Así, revisando el boletín número tres, correspondiente al mes de enero, en el apartado de sanidad dice disponer de un presupuesto de 1.005 millones de euros (167.000 millones de pesetas), que supone un incremento porcentual del 10% respecto al año anterior.

Importante subida que, al parecer, va destinada a corregir, entre otros, el déficit en infraestructuras y en altas tecnologías, como podemos comprobar por el boletín número cuatro 4, correspondiente al mes de febrero. Un estudio minucioso pone de manifiesto el desequilibrio hacia el área de salud de Cáceres, en particular, y a toda la provincia, en términos generales. Las cifras así lo reflejan: 8,6 millones de euros, de un total de 38 millones de euros.

A esto quiero añadir que las camas previstas para el nuevo hospital de Cáceres, que no aparece presupuestado por el momento, disminuyen respecto a las actuales en servicio en unas cien aproximadamente; mientras, se decide abrir nuevas camas, unas 400, en varias localidades de la provincia de Badajoz. Dando por sentado la necesidad asistencial de las mismas, tengo la impresión de la existencia, no ya de un equilibrio inestable, sino de un profundo desequilibrio, que los responsables sanitarios deben explicar y corregir, salvo que se nos tilde de localismo o demagogia. ¡Todo es posible!