Se suceden fiestas en nuestros pueblos a lo largo del estío. Docenas de coches-discoteca, alrededor de los cuales se agrupan adolescentes y jóvenes como moscas en torno a la miel, trasiegan alcohol hasta dejarlo de sobra. Al día siguiente da auténtico asco cómo se encuentran algunas áreas de estos medios rurales nuestros: un olor ácido fluye, mezcla de orines y vomitonas, entre vidrios y envases de mil y un pelajes. Los vecinos hablan de lunas de vehículos rotas, o de antenas arrancadas, o de fachadas repugnantemente pintarrajeadas.

Se lamenta el personal y se hace cruces acerca de la escandalosa forma que, hoy en día, tiene de divertirse la juventud, o gran parte de ella. Los vecinos, con tanto desasosiego nocturno, no pegan ojo en toda la noche y, luego, deben madrugar para atender sus actividades agroganaderas. Todos cuentan que ellos también han sido jóvenes y que jamás se divirtieron de tan salvaje manera.

Hablan estos campesinos que ellos, cuando trasnochaban en las fiestas (sin dedicarse a destrozar nada ni a ingerir sospechosas sustancias), eran levantados, a primeras horas de la mañana, por sus padres, a fin de "atendel la jacienda". Pero hoy, este escándalo que no cesa se prolonga hasta bien entrado el día siguiente y, acto seguido, a roncar como cosacos, sin tareas que alteren el reposo del guerrero botellonero.

Estas conductas juveniles, fruto de las frustraciones que genera el feroz consumismo (legítimo hijo del capitalismo salvaje), deben ser atajadas ya. El pueblo lo pide a voces. Lamentablemente, este laisser faire , laisser passer , tan propio del neoliberalismo imperante, también está haciendo galopante mella en muchas familias que, enfangadas en un mundo televisivo de casposeos y famoseos, carecen de armónicos criterios para educar responsablemente a sus hijos.

Si las filosofías y políticas progresistas se oponen frontalmente a todo tipo de neoliberalismos, ¿a son de qué tanto contemporizar con este escándalo que no cesa? Alguien tiene el deber de darnos atinadas respuestas.

Félix Barroso Gutiérrez **

Santibáñez el Bajo