Escritor

El escorbuto era una enfermedad mil veces más dañina que el terrorismo que pretenden erradicar Bush, Putin y compañeros de fatiga. Tenía el escorbuto, hoy prácticamente desaparecido, que no se sabía su procedencia, un poco como el terrorismo, que no se lo explica nadie sobre todo si no eres terrorista del siglo que fuere. Tanto el escorbuto como el terrorismo tampoco generan el antídoto. En Bagdad ser terrorista es inexplicable para Bush, después de la felicidad que han llevado las tropas americanas, lo que Aznar llama la "ayuda humanitaria". Al escorbuto le pasaba igual. Nadie se lo explicaba, pero te ibas quedando como si fueras salazón. Hoy, cuando ya sabemos de donde proviene el escorbuto, te entra una risa tremenda. En efecto proviene de avitamonosis de la C... Algo tan sencillo como la vitamina C. Cuando usted vea una llaga en su boca, tome vitamina C. Pero cuando usted se tropiece con un terrorista, se dará cuenta que no tiene argumentos para pararlo. El caso de ETA es en el fondo que al Estado le falta vitamina C. Y de nada vale que se reúna el Consejo del Poder Judicial, cuya incompetencia produce el escorbuto social, que es el peor de los escorbutos. Esta enfermedad ha evolucionado al compás de Aznar, que ya en lugar de llamarse escorbuto, ha evolucionado para llamarse simplemente Atutxa, que es una enfermedad que se lleva como los galeotes el malhadado escorbuto. Pero si el escorbuto al paso de los años se logró desenmascararlo, éste va a ser imposible. Es decir, que hay algo que niega la evolución misma del español que se escorbutiza en Euskadi. Días pasados todos recordaban el espíritu de Ermua, con lo que se creyó que se conseguía dar con una vitamina C especial. Pues no, no ha sido posible, y además cuanto más se extreman las posiciones, peor.

Lo que pasa es que tiempo se ha ido escorbutizando de mala manera hasta el extremo de que tropas españolas van ahora a las Cruzadas de Bush, corazón de alcachofa , que pasará como en aquellas centenarias cruzadas, que los que fueron al cielo ninguno ha vuelto para contarlo.

El mundo está escorbutizado, quién lo descorbutizará. Creo que Aznar, no... Ni Bush tampoco...