Dramaturgo

La vieja escuela de moscas en los cristales, monótona lluvia y carteles en los que fugitivo aparece Caín tras matar a Abel, resucita y vuelve para intentar cohabitar con la de los ordenadores y el progresa adecuadamente . Vuelve la vieja escuela utilizando el mismo camino que ya usara aquella otra escuela moderna, la de los conjuntos disjuntos, el lexema y la pretecnología, aquella de las fichas y los consultores. Vuelve la vieja escuela y viene como de Francia o por allí (desde donde vino la moderna escuela), tras constatar el fracaso de unos métodos que pretendieron la educación integral, la enseñanza globalizada y erradicar la letra con sangre entra . Dicen que en Francia hay guardas de seguridad hasta en los pasillos de las guarderías y que los profesores reclaman antes que el aumento salarial, un palo y unas orejas de burro.

Exageraciones aparte, debemos aclarar que esa escuela machadiana, la de los cartelones y moscas, de volver (que volverá) lo hará camuflada con máscaras de progreso y modernidad porque la tiza y el encerado cantan mucho. Con esas máscaras y reclamando una formación cultural que el propio ministerio no reparte en otros ámbitos, justifica la ministra Del Castillo esa asignatura llamada Religión. Y con esas máscaras recibirán nuestros alumnos las lecciones en las que una vez eliminado el Purgatorio y con Satanás puesto en entredicho, se proclame la caridad antes que la revolución y el arrepentimiento antes que la justicia. En esas lecciones aprenderán que hubo mártires sólo en un bando de nuestra Guerra Civil y que la pena de muerte aún no ha sido condenada cuando la aplica alguien distinto al impresentable Fidel Castro.