Quién no se ha quejado alguna vez de la cantidad de comisiones que cobran los bancos y las cajas por cualquier operación? "Te cobran por todo, hasta por ingresar dinero", es uno de los comentarios más habituales entre los consumidores españoles. Pues bien, las quejas tienen razón de ser porque un informe elaborado por la Comisión Europea acaba de demostrar que España se encuentra a la cabeza de la UE en el cobro de comisiones, solo superada por Italia. Las entidades bancarias españolas destacan también por la falta de transparencia de la información que ofrecen para poder compararla con otras ofertas y por la escasa simplicidad, medida en función de los elementos que influyen en el coste total de un servicio.

Los españoles pagan una media de 178 euros anuales por las comisiones de las cuentas corrientes, frente a los 27 de Bulgaria (las más baratas) y los 253 de Italia (las más caras). La CE ha recabado datos de 224 entidades que operan en los 27 países de la UE, 18 de ellas españolas, desde el Banco Santander al BBVA y el Sabadell, o desde La Caixa a Caja Madrid.

Estas comisiones tan elevadas explican en parte los altos beneficios de la banca española, ya que, a la vista de la reducción de los márgenes entre el activo y el pasivo, las entidades se dedican cada vez más a obtener la rentabilidad de los servicios que prestan a los usuarios, que son, para más inri, los que depositan sus ahorros en las cuentas en las que luego tienen que pagar por cualquier operación que efectúen.

Frente a la unanimidad del sistema bancario en el cobro de comisiones, ¿qué opciones le quedan al consumidor? Una de ellas consiste en la negociación particular de cada cliente con su oficina para que, según la fidelidad y la solvencia, el director tenga a bien eliminar las comisiones por determinados servicios o rebajarlas. Esta transacción es habitual y así lo reconoce el propio informe al indicar que los costes efectivos reales pueden ser más bajos que los oficiales, que son los que han sido utilizados en el estudio.

La otra solución es cambiar de banco. Pero la CE señala que solo el 15% de los usuarios españoles se deciden a trasladar su cuenta corriente a otra entidad bancaria. Una de las razones es precisamente la opacidad en la información para comparar las ofertas y conocer las mejores condiciones. Pero hay todavía otra razón. Resulta que el coste de cambiar de banco es el más alto de toda la UE.