En los próximos dias el Presidente del Gobierno Mariano Rajoy y Artur Mas se reunirán, para "hablar del sexo de los ángeles", porque da la impresión que esa reunión tiene poca utilidad y ninguna razón de ser. Mariano Rajoy claramente ha dicho que no va a entrar en debates absurdos,"hasta que no sepa de qué se está hablando me quedo con lo que he dicho desde el primer minuto: ese referéndum es ilegal y, por tanto, no se va a celebrar. Creo que es mejor decir las cosas con claridad para no generar falsas expectativas".

Parece que Mas espera alguna respuesta del Estado a su desafío independentista, en la creencia de que el Estado y Cataluña pueden hablar de igual a igual, y eso es un craso error, porque solo dos Estados independientes hablan de igual a igual, por lo tanto es un camino que no conduce a ninguna parte. La unidad e integridad de España y su soberanía, no se puede negociar entre dos, ni aunque uno de ellos sea el presidente del Gobierno o el Rey , y muchos menos un presidente de comunidad autónoma, que realmente es el representante del Estado en la región.

La Constitución Española, que establece la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, consigna que la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. Y si esto es así, ¿cómo es posible que una parte de ese todo que es España, con los votos solo de una parte se quieran tomar decisiones que le incumbe por ley constitucional a todo el pueblo español en su conjunto?

ES FACIL entender lo que dice el Presidente Rajoy, al afirmar que Artur Mas y él no pueden decidir unilateralmente lo que es España, dialogar quizás, porque es un principio de respeto democrático pero el Presidente del Gobierno no está dispuesto a hacer lo que no puede ni debe hacer. La Constitución recoge las aspiraciones históricas y sociales de todos los pueblos de España y se concilia el desarrollo integral de los mismos con la unidad de España, y por su importancia de Ley Fundamental fue aprobada en referéndum el 6 de diciembre de 1978, obteniendo un 87% de votos favorables, se puede catalogar como rígida en cuanto a las concretas facilidades que da para su reforma, pues requiere un proceso largo y complicado, que intenta evitar reformas coyunturales de su contenido por el partido de turno en el poder.

Establece dos procedimientos para su modificación, uno ordinario y otro agravado. Este último prolonga el proceso y obliga a realizar un referéndum entre la población para aceptar la reforma que se proponga, si lo que se pretende es reformar los contenidos de los artículos 1 al 9, o 15 al 29 que amparan los Derechos fundamentales y libertades públicas de los españoles, o el 56 al 85 relativos a la Corona, cualquier modificación en los mismos podría llevar a una constitución completamente distinta, incluso contraria.

Desde su promulgación en el año 1978 la Constitución Española ha tenido dos reformas y las dos venían impuestas por la pertenencia de España a la Unión Europea. Ha funcionado el Estado Español con ella creando el Estado de las Autonomías. Que si se entiende y funciona, puede ser mejor que la idea federativa, propia de otros sitios y otros tiempos.

"No se va a celebrar un referéndum en contra de la soberanía nacional . (Mariano Rajoy).