TMtás vale tarde que nunca. A los 60 años de la liberación de París de los ocupantes nazis, con el descubrimiento de una placa en el ayuntamiento de la capital francesa se rendía homenaje a los primeros tanquistas aliados llegados al corazón de la ciudad. Eran republicanos españoles, algunos extremeños, y los tanques llevaban nombres de batallas de la reciente guerra de España: Guadalajara, Teruel, Madrid, Gernika... Creían ingenuamente que la caída de Hitler y Mussolini arrastraría a Franco. El homenaje se ha celebrado cuando sólo queda un superviviente, al que se le ha impuesto la Legión de Honor.

Los 3.500 soldados españoles enrolados en las fuerzas del general De Gaulle y los 10.000 combatientes que lucharon en la resistencia contra el ocupante tenían el mérito de que se alistaban voluntariamente. Sus gobernantes no les mandaban al frente. Iban al combate con la esperanza de que caería la bestia fascista. Era la única recompensa que esperaban, que no se logró, y Francia quedó en deuda con ellos. No la pagó en aniversarios tan redondos como el décimo (1954) o el de los 25 años (1969). La política es hipócrita. Las relaciones con la España franquista impedían el pago de la deuda. Eran rojos del exilio. Hasta ahora, porque los 50 años de la liberación de París (1994), también se desaprovecharon.

Pocos testigos de la época han podido asistir al homenaje de París. Por lo menos ha habido una amplia representación oficial de las instituciones, ya que desde el 14-M el poder sintoniza con el espíritu del París de hace 60 años. Una duda maliciosa: ¿Habría representación oficial española si el PP hubiese ganado las elecciones y el acto se hubiera celebrado igual?

*Periodista