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El recurso del lendakari Ibarretxe a las más altas instancias europeas para oponerse al decreto de ilegalización del grupo Sozialista Abertzaleak tiene más de provocación y de componenda interna que de acción con visos de triunfo. Según la legislación europea, un recurso de esa naturaleza sólo lo podría emprender otro Estado, distinto al español, o bien particulares agraviados y avalados por organizaciones no gubernamentales.
Eso lo saben a buen seguro los leguleyos del PNV. Aun así han seguido adelante. ¿Con qué fin? En principio, hay uno muy claro, que es el de ganarse la voluntad de los herederos de Batasuna o, al menos, la de sus votantes. El PNV es cualquier cosa menos un atajo de ignorantes. Por el momento, la bronca en el bar ya la han logrado.
