Consideras que cada ser humano está dirigido por un mecanismo mental muy complejo, y si bien el carácter de cada uno suele estar definido, su comportamiento se supedita en cada momento a distintos factores. A un amargado insufrible o a un simpático meloso nada les cambiará el carácter, estén en el desierto o en el polo norte. En ambos sitios, el primero seguirá teniendo vinagre en las venas; y el segundo, dulce almíbar. Sin embargo, cada uno intentará adaptarse al calor o al frío de igual manera, buscando la sombra en el desierto y el abrigo en el polo norte.

Por eso, nunca has clasificado a un grupo de personas de una forma generalizada. No te gusta esa tendencia que tenemos los humanos de formar estereotipos de gente que vive en lugares determinados, como por ejemplo, las distintas regiones de España. Según estos estereotipos, los catalanes son tacaños, los andaluces vagos, los gallegos ambiguos, los extremeños resignados, los aragoneses tozudos, los madrileños arrogantes, los canarios tranquilos, los castellanos sobrios. Etiquetamos a cada pueblo.

Sin embargo, nada más cercano al equívoco. Basta colocar a un andaluz en Cataluña, y a un catalán en Andalucía, y ambos se adaptarán a sus nuevas circunstancias. Entonces, transcurridos algunos años cabrá preguntarse si el catalán es tacaño o vago; y si el andaluz es vago o tacaño.

De los Catalanes y Vascos se dice que son los más emprendedores. Y lo son. No es difícil siendo Cataluña y el País Vasco las salidas de España a Europa, y teniendo los puertos de mar más cercanos al resto del continente. Otras regiones no han corrido la misma suerte. La geografía no las tiene favorablemente posicionadas y la historia no las ha tratado bien. Es el caso de Extremadura, tan fértil y fluvial como la que más; y tan mal comunicada y alejada del mar como pocas.

De los extremeños se dice que somos conformistas, que no luchamos por nuestros intereses. Sin embargo, no son pocos los extremeños que emigraron a regiones industrializadas como Cataluña o al País Vasco, y han sido trabajadores que se involucraron activamente en movilizaciones reivindicativas.

Ya Ortega y Gasset refutó la existencia de los estereotipos cuando dijo: «Yo soy yo y mis circunstancias».