Cuidado con Bambi . Zapatero ha acertado en la remodelación de su Gobierno, aunque eso no garantiza nada. Pero ha conseguido dos efectos: se deja de hablar de los extraños pactos con Coalición Canaria y el PNV, vuelve a tomar la iniciativa y descoloca al PP que no va a poder seguir en su estrategia de esperar a ver pasar el cadáver de su enemigo delante de la puerta de casa.

Estrategia, esa es la palabra. Zapatero no ha buscado un ideólogo ni un filósofo para poner orden en su Gobierno y tomar la iniciativa. Ha elegido a Rubalcaba , el ministro de la Policía, un Fouché inteligente, mordaz, buen comunicador, capaz de negociar con todos incluso lo innegociable. Rubalcaba es capaz de negociar con ETA y al mismo tiempo seguir deteniendo comandos y cercando sus fuentes de financiación.

Hace unos meses estaba más fuera que dentro del Gobierno. Ahora es el Gobierno . A favor va a contar con una bala: en la retaguardia tendrá a Jáuregui . Por pensamiento, por estilo, por esencia, Jáuregui que es sensato, inteligente y con ideas no debería estar nunca en un Gobierno de Zapatero. Pero va a estar y va a ser fundamental para Rubalcaba. Este nuevo Gobierno ha dejado atrás mucho lastre y empieza una nueva época. El PP tendrá que cambiar su estrategia si no quieren que los doberman le muerdan en la yugular. El PSOE ha hecho otro imprescindible cambio de rumbo, con la sustitución de Leire Pajín por Marcelino Iglesias en la sala de máquinas. El futuro nunca está escrito. El futuro está en el viento y en quien mueve el ventilador.

Hay, eso sí, un pequeño problema de fondo: necesitamos resultados, profundizar en las reformas, cambiar el modelo económico, austeridad y sacrificios, vender más en el exterior, atraer más turistas, crear tejido productivo, reducir el paro, crear empleo. ¿Es Rubalcaba el hombre? Seguramente, no. Pero Zapatero no le ha nombrado para eso. Y ha acertado. Por lo menos ha ganado tiempo y ha puesto nervioso al enemigo. Estrategia y comunicación para jugarse todo a una carta. ¿Y si le sale la jugada?