Los miembros de la banda criminal y fascista ETA, compuesta por profesionales del asesinato y del terror, como una miserable forma de vida, bajo supuestas connotaciones de principios políticos tan anquilosados como irracionales, han vuelto a ladrar una vez más, como los perros salvajes y carentes de escrúpulos contra una democracia verdaderamente modélica y ejemplar.

Llevan toda su vida amagando, amenazando, extorsionando, actuando, aterrorizando y matando. Y han creado una red y un conglomerado organizativo propio de las organizaciones mafiosas y carentes del menor de los escrúpulos. Unos señalan mediante diversas vías, políticas o periodísticas, otros apuntan con el gatillo y los activadores de los más variados medios y otros disparan.

Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González y José María Aznar , se dejaron numerosos empeños en acabar con esta banda de criminales por diversos caminos. Rodríguez Zapatero lo sigue intentando a través de los más continuados puentes de entendimiento y no va encontrando otra respuesta, día a día, más que desolación, frustración, desesperación y engaño. ¿Qué otra cosa se puede esperar de unos personajes tan amorales como Iñaki De Juana, Arnaldo Otegui, Pernando Barrena, Olano, Txeroki y tantos otros?

XSI TIRAMOSx del calendario de las últimas semanas nos encontramos con el chantaje y la huelga de hambre de De Juana, que hoy, en su libertad hospitalaria se niega chulescamente a llevar hasta una pulsera telemática, el descaro de Otegi, el portavoz de la ilegalizada Batasuna y estrella de los medios de comunicación, cuando acude a la Fiscalía por enaltecimiento del terrorismo y de donde sale más campante que unas pascuas, la actividad de la kale borroka, el atentado criminal de Barajas, el robo de pistolas, la amenaza de que si Batasuna no participaba en las elecciones "ocurrirían cosas gravísimas", la legalización de ANV, elementos etarras y que van a suministrar buenas cantidades de dinero a la banda criminal, al parecer doscientos cincuenta millones de euros a lo largo de la legislatura para reactivar sus actividades terroristas, las amenazas, boicots e intentos de agresiones a miembros de otras fuerzas en plena campaña electoral, la continuada extorsión y de la que viven, claro, muchos de estos elementos, las conversaciones con miembros del Partido Socialista en nombre del Gobierno, el abandono de empresarios del País Vasco, el aumento de escoltas, las nuevas cartas de extorsión, la permisividad de la Fiscalía, la contemporización del Gobierno ¿Esa es la democracia dictatorial que pretenden?

Y ahora la declaración de la ruptura del alto el fuego en la que autodenominada organización socialista de liberación nacional vasca apela a sus miles de votos a favor del cambio político y social. Miles de votos de una insultante minoría camino de un irracional estado independiente, Euskal Herria, mientras tienen la desvergüenza de hablar del sufrimiento del pueblo vasco y que se reconstruyó y prosperó gracias al esfuerzo cooperador de todos los pueblos de España tras la contienda bélica de 1936, entre ellos muchos miles de emigrantes extremeños, y de que quieren vivir en democracia y libertad. ¿Acaso viven, ahora, en una dictadura que no sea la suya, y en una falta de libertad que no sea la que imponen ellos, los fascistas más desalmados de la historia de España, la octava potencia del mundo, cuando nos encontramos en los albores del siglo XXI, integrados en la Unión Europea?

Ya está bien de la mascarada, de la criminalidad, del terrorismo y de la burla de la izquierda abertzale, y, sobre todo, de esa intolerable declaración de guerra que hacen en el comunicado de reafirmar su decisión de "defender al pueblo vasco mediante las armas y al que atacan con armas". ¿Quién les ha atacado?

Pero en el fondo ¿por qué no admiten que el País Vasco, lo que nos enorgullece a todos, sin la esforzada contribución del resto de España, no ocuparía la privilegiada situación en el orden socioeconómico e industrial? ¿Por qué no admiten estos criminales y terroristas que ellos mismos sobreviven gracias a su propio terror? Sencillamente, porque en virtud de la legislación vigente y del Estado de Derecho acabarían con sus huesos en la cárcel.

¿Que pretenden actuar, a partir de ahora, en todos los frentes con la ruptura del alto el fuego? A simple vista para que eso es lo que está haciendo, continuadamente, los miembros de la miserable canalla etarra, batasuna, el Partido Comunista de las tierras vascas y de ANV. En su fiebre de locura continúan padeciendo el vértigo de la sinrazón más amoral e innoble. Allá ellos. Pero, también, allá el recorrido del presidente del Gobierno y de la Fiscalía. Poco a poco se acercan las elecciones generales. Y ETA, con esa chulería de la cobardía, vuelve a amenazar. Lástima de celdas vacías en los presidios españoles por culpa de tantas indecisiones y entreguismos.

*Periodista