WEwl presidente de Estados Unidos, George Bush, firmará hoy con la UE una declaración que pretende cancelar definitivamente tres años de discrepancias con parte de sus aliados europeos a raíz de la invasión de Irak. La clausura de la cárcel de la base de Guantánamo, los vuelos clandestinos de la CIA y la crisis nuclear iraní formarán parte de las conversaciones que precederán a la aprobación del documento. Pero solo en el caso de los átomos de los ayatolás, las palabras parecen destinadas a traducirse en hechos en poco tiempo.

No puede ser de otra manera porque solo en el caso de Irán mantienen los europeos una posición unitaria sin discusión, que incluso ha inducido a Bush a admitir por primera vez el derecho de los iranís "a disfrutar de un auténtico programa pacífico para disponer de reactores nucleares para la producción de energía". En cambio, los socios de la UE, después de pedir todos a una el cierre de las celdas de Guantánamo, están lejos de exigir con una sola voz el fin del tráfico aéreo de la CIA en Europa. Para varios de ellos, el respeto de los derechos humanos sigue siendo un obstáculo en la lucha antiterrorista, y la dirección de la misma corresponde sin discusión a Estados Unidos.