TAtplaudamos y demos la bienvenida a la norma aprobada en el pleno del Congreso por unanimidad, que no sólo aumenta las penas por las agresiones cometidas en el hogar, sino --y esto es muy positivo-- que incide en la formación, garantizando un futuro mejor de convivencia. Es bueno para la sociedad que no se siga maltratando a la mujer. Que sean Evas sin maldición, madres de seda y de luz, fuertes y respetadas, llevando la vida del hogar seguras y con alegría. Siempre creí y creo a la mujer como estrella en las estrellas, que se consume haciendo brillar a sus hijos. Flor que en las flores se queda dando un maravilloso perfume a este mundo fétido. Es mucho más que un ser de segunda, un trapo que se tira, un perro apaleado; y más que un reclamo --sex appeal -- para presentar un viaje placentero, una camisa o un licor; y más que el sexy atrayente de un perfume.

Me horrorizan los crímenes y las violencias en el hogar y ¿a quién no? Jóvenes esposas asesinadas a palos. Cada vez que escucho estos hechos viene a mi mente la imagen que presencié a los nueve años. Era la hora de la siesta. Los niños de mi edad jugábamos en la calle. Suenan unos disparos y vemos salir al maestro con una escopeta de su casa. La gente sube al primer piso y en cuanto pudimos nos colamos los niños. La escena era terrible. Una joven esposa tendida en el suelo en medio de un charco de sangre, con los ojos fijos en el techo y un niño pequeño que apenas sabía hablar diciendo "mi mamá, mi papá", mientras lloraba llevándose a la boca el trozo de jabón con que su madre le estaba limpiando.

He escuchado muchas definiciones sobre el amor. El amor no es un veneno mortífero que inyecta víboras negras y que termina en tragedia, ni el vino que sirve la novia al amanecer, ni una ciega ignorancia, ni un fantasma tembloroso de deseos, ni una niebla cegadora. La mejor respuesta la he encontrado en el niño llorando junto al cadáver de su madre, y en todos los tiernos infantes. El amor es "mi papá, mi mamá" en boca de un niño que comienza la vida entre esperanza y frustraciones.

*Sacerdote