Me gustaría testimoniar mi admiración y mi respeto a una figura tan importante de nuestras letras como don Miguel Delibes. Especialmente como lectora de sus libros y como extremeña. Todos tenemos una deuda con él, nos ha enseñado cómo se escribe, primero, describiendo un paisaje, su fauna, las formas y modos de vida de las gentes que habitan en su querida Castilla. Cuando estudié Magisterio, hice una traducción de fonética y fonología del Diario de un cazador , el texto fue tan descriptivo y tan hermoso que me enamoré de sus novelas, retratos auténticos de la vida y el sentir de las personas.

Su observación y a la vez traducción con su pluma magistral de los aconteceres humanos, me hizo descubrir de qué forma una persona puede ser tan importante, y a la vez describir de forma tan comprensible y sencilla los mensajes en sus libros.

Decía que estamos en deuda con él como extremeña, porque nadie como él ha retratado tan fielmente la vida del pueblo extremeño. Seguro que lo observó, así ha sido hasta no hace mucho nuestra situación en el medio rural. El fue capaz de hacer esa denuncia social tan exacta y a la vez tan pacífica. Doy fe porque mis mayores así lo vivieron.

Me siento mejor si en los medios que tenemos se hace público no solo mi agradecimiento como lectora sino el de todo el pueblo extremeño humillado y dolido durante siglos. El lo ha hecho público, por eso hay que agradecérselo.

Antonia Nieto Serrano **

Badajoz