WEwl proyecto presentado ayer por los responsables de la empresa Eufer (Enel Unión Fenosa Renovables) según el cual pretende instalar en Extremadura 24 parques de energías renovables que sumarán 700 megavatios de potencia instalada, constituye una de las noticias económicas del año en la región. Por la envergadura del proyecto, ya que esos 700 megavatios son casi la mitad de la potencia con que cuenta la central nuclear de Almaraz; por la cuantía de la inversión, puesto que la cifra que se baraja ronda los mil millones de euros, es decir, más de la mitad de lo previsto para construir la refinería Balboa; y por las cifras de empleo que lleva aparejado: 1.800 puestos de trabajo en empresas relacionadas con la instalación de parques eólicos, toda vez que el decreto que regula la instalación de los mismos exige que se creen tres puestos de trabajo por cada megavatio eólico instalado, y Eufer tiene previsto que 600 de los 700 megavatios de su proyecto de energías renovables, y 19 de los 24 parques, sean de origen eólico.

Con este proyecto, Extremadura daría un gran paso en la acogida de instalaciones con base en energías renovables. Hasta ahora, la región ha sido una de las que mayor retraso viene acumulando en la implantación de energías limpias, hasta el punto de que el grado de cumplimiento en la región del plan nacional elaborado en el 2000 con el horizonte de una década sólo ha alcanzado al 6%.

A partir de ahora, es necesario que los proyectos eólicos que pretende poner en marcha Eufer se sometan al criterio de la Administración, y no bastará con que cumplan los requisitos, sino que deberán ganar un concurso en el caso de que las demandas de instalación superen a las disponibilidades. Pero si se llevan a cabo tal como fueron presentados ayer supondrán un triunfo para la Junta de Extremadura: desde distintos ámbitos, empresariales y políticos, se le ha criticado la "dureza" del decreto de implantación de parques eólicos por su exigencia de crear tres empleos por megavatio instalado. Eufer ha asumido esa legislación y tiene previsto, a través de un centenar de empresas, cumplir esos requisitos de empleo. Habrá, por tanto, que felicitarse de ese rigor y de que la Administración regional haya resistido a las presiones para que suavizara la norma.

La Junta también sale beneficiada con esta operación porque le permite poner sordina a una de las críticas que más ha prosperado esta legislatura y que es compartida desde la oposición a los ecologistas: su falta de política de apoyo a las energías renovables, sino de las que todavía contaminan. No puede pasar inadvertido que esta apuesta por las energías renovables que hace Eufer en la región tiene mucho que ver con el trabajo de la Fundación Los Santos de Maimona, que sostiene Diego Hidalgo Schnur. La fundación está haciendo la labor de cicerone, de consejero y de polo de atracción de inversiones hacia Extremadura. Un trabajo que no tiene precio y que merece todo el reconocimiento.