El diario romano La Repubblica, Premio Antonio Asensio de Periodismo, tiene un director que se define, por encima de todo, como un periodista a pie de calle. Ezio Mauro (Dronero, Cuneo, Piamonte, 24-10-1948) lleva al frente de la redacción desde mayo de 1996, a raíz de la dimisión del veterano maestro Eugenio Scalfari, fundador del periódico en 1976. Con más de 600.000 ejemplares de venta diaria y casi tres millones de lectores, La Repubblica se muestra irreductible en la lucha contra la degeneración del sistema político y económico, y fiel a sus señas de identidad laica y antifascista. Mauro fortaleció su musculatura periodística a los 24 años, en la redacción turinesa de la Gazzetta del Popolo. Allí sintió por primera vez los inconfundibles latidos de la noticia, sólo comparables a la experiencia que tuvo, 16 años después, de corresponsal en la URSS de la perestroika agónica. La Repubblica le había dado a elegir entre Washington y Moscú, y no vaciló en decidirse por la antigua Unión Soviética, excitado porque allí podría vivir en directo el periodismo fundiéndose con la historia. Antes de recalar en su cargo actual, Mauro fue director adjunto y director (1990-96) de La Stampa. Confiesa que lleva seis años sin ver a Berlusconi, al que fustiga porque es "una grave anomalía en la democracia" y está arrastrando a Italia a la marginalidad europea.