WEwstán apretando a este país para que se arrepienta de haber estado contra la guerra de Irak, para que se arrepienta de no haber aceptado las mentiras del Gobierno de Aznar tras el 11-M y para que se arrepienta de atreverse a darle la mayoría parlamentaria a la izquierda. El mal ambiente que nos rodea se debe fundamentalmente a eso. La derecha de una parte del PP, la de amplios sectores de la Iglesia y la de numerosos medios de comunicación que no acepta lo que ha decidido aquí la voluntad popular. Por supuesto que el Gobierno de Zapatero no lo ha hecho todo bien. Y que son discutibles el calendario y el ritmo de sus reformas. Pero, ojo: la derecha no fabrica el mal ambiente por el calendario y el ritmo, sino por las reformas en sí mismas.

El mal ambiente se ha fabricado contra el cambio reformador y modernizador. Asistimos a la repetición del estilo de demolición que hubo en el momento del GAL y de las sinvergüencerías de algunas personas que empañaron la etapa final de los gobiernos de González. Pero esta vez sin GAL, sin los Roldán y sin nada que se le parezca. Utilizando al igual que entonces el todo vale, hoy, tanto el PP, como lo más inmovilista de la Iglesia, como algunos medios no quieren que prospere ni el menor reformismo ni el más mínimo protagonismo de la nueva izquierda.