TAtsistimos en los últimos años a una escasez de médicos, particularmente de las especialidades más demandadas, que ha obligado a algunas comunidades autónomas, entre ellas Extremadura, a contratar médicos extranjeros. Paradójicamente esto sucede mientras numerosos médicos españoles han emigrado a otros países como Portugal, Reino Unido o Francia, también afectados por el déficit, y cuando, la tasa española de 425 médicos/100.000 habitantes sobrepasa a la media europea situada en 330.

¿Cómo es posible que hace tan solo 20 años sobraran médicos y ahora falten?; ¿por qué si faltan, tantos estudiantes vocacionales no consiguen acceder a Medicina?, y, si exportamos médicos formados en nuestro riguroso y costoso sistema MIR, ¿por qué importamos otros de los países del Este?, ¿la calidad del servicio sanitario con ellos será igual?

El problema es complejo. Entre sus causas, podemos reconocer: supuesta falta de previsión de las autoridades que hasta hoy no disponían de un registro de especialistas homologados; la propia rigidez del sistema español; cambios demográficos; la inmigración; resistencia a la movilidad de los nuevos facultativos; la jubilación en bloque de una generación de especialistas; el adelanto de la jubilación a 65 años; los avances tecnológicos; la aparición de nuevas enfermedades y la feminización de la profesión médica, que exige horarios más flexibles. Además, tras las transferencias de 2002, las comunidades como Extremadura, intentan ofertar mejores y más medios en zonas donde no existían o habían quedado obsoletos. Todo ello ha disparado la necesidad de especialistas.

XLA ADMISIONx libre de estudiantes en las facultades en los años 70 y 80 dio lugar a cifras escandalosas de médicos en paro, que obligaron al establecimiento de numerus clausus en 1981, a razón de 1 alumno admitido por cada 10.000 habitantes, es decir, 105 estudiantes en nuestra Facultad extremeña. Con ello se consiguió ajustar la oferta a la demanda, pero hoy ha quedado evidentemente corto.

En la búsqueda de soluciones, surge enseguida la necesidad de proceder al aumento del numerus clausus de las Facultades de Medicina y al incremento de la oferta de plazas de formación MIR en nuestros hospitales y centros de salud.

Ya en el curso 2006/07, nuestra facultad, aumentó el número de admitidos de 105 a 120 alumnos, y en el presente curso a 130. Este crecimiento del 23,8%, ha supuesto un gran esfuerzo, pues se ha producido a coste cero , siendo necesario el aumento proporcional de los recursos para que no disminuya la calidad de la enseñanza.

Queda también margen suficiente para incrementar el número de plazas MIR, en las especialidades más deficitarias sin que tenga que resentirse la calidad formativa. En Extremadura existen actualmente alrededor de 500 MIR y sin duda, se necesitan más.

En cuanto a los médicos que, en su momento, decidieron irse, quizás merecería la pena intentar su vuelta una vez demostrada su buena formación y sobre todo si deciden acudir a las zonas periféricas más deficitarias.

La falta de médicos es más notable en los pequeños hospitales, de menor atractivo para los médicos, que cuando pueden elegir, prefieren trabajar en los grandes hospitales. Es el caso de Coria, Llerena o Talarrubias en nuestra región. Así no es de extrañar que el SES esté elaborando una propuesta de incentivos para quienes se queden en las zonas rurales.

Como conclusión, la solución a la falta de médicos en España es compleja, y debe ser obligadamente global, siendo necesario que las autoridades universitarias y sanitarias se junten para planificar las necesidades futuras, paliar el déficit de especialistas y continuar atendiendo los servicios sanitarios que exige nuestra sociedad, sin mermar su calidad y al mismo tiempo, sin que disminuya la calidad de la enseñanza del grado y del postgrado, mejorando también las condiciones laborales y de reconocimiento social y profesional de nuestros médicos, para evitar emigren a otros países.

*Decano de la Facultadde Medicina de la Uex