Las carteleras cinematográficas españolas han acogido en los últimos 15 días los estrenos de dos películas con Fanny Ardant (Saumur, Maine-et-Loire, Francia, 22-3-1949) en el reparto. Si ella es la protagonista absoluta de Callas forever, de Zefirelli, en Ocho mujeres, de Ozon, es una estrella más de la constelación que forman, entre otras, Catherine Deneuve, Isabelle Huppert, Danielle Darrieux y Emmanuelle Béart. En la historia del cine, el nombre de Ardant siempre irá unido al del legendario Truffaut (muerto en 1984), que fue su descubridor, su gran amor y el padre de su hija Joséphine. El realizador de La mujer de al lado (1981) --concebida para ella-- explicó muchas de las sensaciones que tuvo con la actriz. En una ocasión, emitió un juicio desconcertante. Se trata de éste: "Fanny te hace pensar en una mujer de otro país, pero sin poder determinar de cuál".

Hija de un militar que gobernó el palacio de Rainiero de Mónaco, Ardant estudió Ciencias Políticas antes de descubrir algo tardíamente su afición por el teatro (confiesa que interpretar a Corneille fue la idea "más atrevida" de su vida) y el cine (cuando debutó ya tenía 30 años). Culta e inquieta, leyó a los místicos castellanos antes de ingresar de novicia en un convento madrileño. Apenas aguantó un año. "Era demasiado joven --reconoció--. Está claro que me equivoqué". Eso parece.