Autor teatral

Franco está que se sale de la tumba del Valle de los Caídos, aquella que le socavaron las palas y los pinos republicanos, por rojos y masones y hasta maricones. Está que se sale del nicho coqueto, porque nueve mozalbetes del ejército español, han montado guardia a su memoria y a la losa que lo sepultó, pero que no logró acabar con él. Estos nueve aspirantes a militares, han menstruado una nueva versión hip-hop de Cara al sol , comprobando que su meneo es más marcial que el Aserejé , dónde va a parar. Llegaron, desfilaron, revelaron el fiambre y se hicieron una foto masturbadora con el aguilucho anticonstitucional, mucho más degradada que el escudo real, que se apoya en la España de las autonomías. Creía uno, que la generación de los nintendo y las play-stations se habían criado en un país de colores, nada grisáceo y abarrotado de libertades. Pero hete aquí, que como san Pablo, estos fascistas de diseño, se han caído del botellón, de la vida pastillera, de los polvos prematrimoniales, y se han convertido a la reserva espiritual de Europa , que no es otra cosa que una España de mantilla y peineta, de saetas al alba, y de una jota aragonesa, para mecer a la Pilarica en un país donde Dios manda .

La banda de los nueve salió de excursión hacia Madrid, para hundirse en un lloro de nostalgia ante el dictador momificado. Y como las momias se reproducen como hongos, no sólo habrá que tener cuidado con que velen al Generalísimo sino que le regalen un collar a doña Carmen, o resuciten al marqués de Villaverde, que eso sí que es peligro, teniendo en cuenta que le gustaba más un bisturí que a un tonto un lápiz. Tendremos que hacer una reflexión y ver qué hemos hecho mal, para que nueve retoños de la democracia, hayan salido por peteneras y pongas en su taquela posters del Caudillo --que ya son ganas-- y hayan retirado, un suponer, las hermosas curvas de Shakira. Nos salieron unos hijos degenerados, y de eso pagaremos nuestras culpas. Por ello, le enmiendo la plana a la autoridad militar competente, y con la osadía que me caracteriza, le doy soluciones para mitigar tan nefastos genes y tendencias a los nueve valedores del fascismo, entrada directa y sin casting, en Operación Triunfo. La música amansa las fieras y Nina aburre a cualquiera. Un pañuelo en la cabeza por aquí, unos pantaloncitos modernos por allá y que canten en conjunto alguna canción de Locomía.

Que en vez de hacer guardia en un sitio tan aburrido, la hagan en un after, sin fusil y sin bandera y con un coloconcillo decente. Que se escuchan hasta decir basta, cualquier disco de Amancio Prada, que verán lo que vale un peine.

Que sean declarados hijos predilectos de SOS Racismo, que verán cómo tintándose un poco, se olvidan de tanta águila. Que se les lleve a Lourdes o Fátima a ver si les hacen un milagro.

¡Qué sea lo que Dios quiera!