El pasado martes fue para mí un día feliz igual que para todas aquellas personas de bien pero muy especialmente para mi amiga Maite Pagazaurtundua y su familia, después de 7 años han sido detenidos los cobardes asesinos de su hermano Joseba.
Espero y deseo que al igual que los otros asesinos y cómplices de esta mafia terrorista cumplan íntegras sus condenas.
Tengo nulo conocimiento de lo que llaman política de estado pero el suficiente honor y decencia para pensar como la mayoría de los españoles que un país democrático no puede asentar sus cimientos arrodillándose y cediéndoles el más mínimo centímetro de lo ya conseguido a esta banda de mafiosos asesinos y sus cómplices .
Cuando oigo a mediocres politiquillos (prolífero por desgracia en España) que las víctimas no pueden opinar ni presionar al gobierno para pedir justicia se me cae la cara de verguenza. ¿En qué otro país del mundo en circunstancias parecidas se han comportado las víctimas y familiares como aquí sin haberse tomado la justicia por su cuenta? Bien sabe el asesino de Joseba que el hijo que ahora espera no se quedará huérfano como sí lo están los hijos de tantas y tantas víctimas; que su hijito podrá crecer y vivir sin temor a que un día alguien se vengue por lo que hizo su padre. No olvidemos nunca que entre los casi mil asesinados estos sinvergüenzas mataron a muchos niños (Hipercor, Casa Cuartel de Zaragoza, uno de los dos hermanitos mellizos...).
Ahora nos cuentan la milonga del repentino arrepentimiento de algunos asesinos para poder justificar el acercamiento de estos a las cárceles vascas. Joder qué casualidad que los que se arrepienten son los que algunos años no permitían, cuando ellos estaban en la calle, que lo hiciesen los que ya llevaban unos años dentro (Paquito, Sixtiaga, La Tigresa...). Esto es una estrategia para suavizar las condenas más duras y vendernos que existen dos ETA, la de los arrepentidos y la de los que quieren seguir en la lucha. Pero eso para los que tenemos memoria ha sido y es una constante mentira .
Chema Tovar **
Cáceres
