Para los que ya peinamos canas nos resulta difícil y complicado entender a nuestros jóvenes, de manera que nuestra actitud es, con mucha frecuencia, de desconfianza. Sin tener en cuenta nuestra diferencia generacional, cultural, de conocimientos, etcétera. No recordamos para nada cuáles eran nuestras actitudes cuando teníamos juventud, rebeldía, ímpetu, ilusiones, referentes, solidaridad e inquietudes políticas, sociales y rebeldes con los sistemas establecidos. No, para nada recordamos todo esto sino que tachamos a nuestros jóvenes de hoy de comodones, insolidarios, egoístas, cuando no, como dijo en varias ocasiones un importante creador de opinión de una juventud asquerosamente borracha. Nada más lejos de la realidad, pues nuestros jóvenes no son ni más ni menos que el reflejo de nosotros mismos.

No nos extrañemos pues, de que somos una generación que al haberles robado todo tipo de referentes se comporten de una manera comodona pues se lo hemos dado casi todo hecho, además de que tanto padres como profesores hemos fomentado el coleguismo con ellos y esto a mi juicio no es bueno, ya que nuestros hijos son eso, nuestros hijos y no nuestros amigos, los amigos se los buscan ellos entre miembros de su propia generación. Los jóvenes son una generación de gente sana y estupenda.

Vicepresidente del AMPA **

IG Torrente Ballester

Miajadas