Por favor explíquenmelo. Pero despacio porque últimamente no estoy muy fino. En EEUU, aunque da lo mismo el lugar porque mañana puede ser aquí, una mujer ha muerto tras haber sido desconectada de la máquina que la alimentaba, por orden de un juez. Ha muerto de hambre y sed, y sufriendo. Ha muerto a petición de su marido, un hombre, que al parecer es el que ha podido disponer de la vida o la muerte de su esposa, y a su antojo, porque según afirma el deseo de morir sin ayuda que expresó su mujer ya aconteció hace tiempo y es ahora, varios años después, cuando lo saca a la luz. Un juez, otro hombre, ha ordenado que se la dejara morir de inanición.

He leído interesantes opiniones al respecto pero no he visto posicionamientos claros y contundentes como en otras ocasiones, en uno u otro sentido, es lo mismo. Lo que quiero saber es dónde está cada uno en este caso. Otra vez por favor: me pueden aclarar los movimientos anti-pena de muerte por qué esto es legal y una inyección letal, o un tiro, no?

Las asociaciones feministas me pueden explicar por qué un marido ha tenido derecho sobre una mujer y sus padres, que han deseado mantenerla con vida, no? Las organizaciones de Derechos Humanos me pueden explicar por qué apedrear, hasta la muerte, a una mujer en Nigeria es delito, (al fin y al cabo ha sido condenada por un juez de su tierra), y no se han pronuncido contra esta agonía inhumana? Los defensores de los animalitos, las algarrobas, los lagartos, el lince, los pichones y el burro de la Vera me pueden decir por qué son mejores esas criaturas que un ser humano?

Casi prefiero al monstruo de Fidel. Al menos él fusila en veinticuatro horas, arrostra las consecuencias y no dilata el tormento. ALVARO MELENDEZ. Badajoz