Ahora resulta que Federico Trillo presentó la dimisión de su cargo de diputado, tras conocerse la sentencia del Yak-42, y no la hizo efectiva porque Mariano Rajoy no se la aceptó. Este episodio coloca al exministro de Defensa en peor situación que la que estaba, porque un asunto así, que afecta a la propia dignidad, no se consulta ni se somete al criterio de otros.