Cáceres ha cerrado su feria y fiestas de San Fernando con una media de 40.000 asistentes, cifra que llegó a alcanzar los 60.000 el sábado, pese a los inconvenientes climatológicos. Estos datos confirman que los festejos son del agrado de la mayoría de los cacereños, cuyas preferencias han dado un giro brusco en los últimos años, con la masiva asistencia al ferial desde por la mañana. Este cambio de costumbre es cada día más palpable, hasta el extremo que las horas de mayor aglomeración en el ferial han pasado a ser las que corresponden al mediodía en detrimento de la noche. Por otra parte, la fiesta de mayo ha sido un inequívoco respaldo popular a este enclave como la zona más propicia para ser escenario del ocio cacereño; una idea acariciada por el propio ayuntamiento desde hace años y que gana terreno a pesar de las carencias en infraestructuras y servicios que aún arrastra el ferial. Hay que decir que mucho se ha avanzado al respecto, pero mucho queda aún por hacer, ya que cualquier actuación en la zona dependerá en todo de los planes urbanísticos futuros. Mientras esto sucede, no se podrá ver en el ferial el espacio alternativo al ocio que todos los cacereños quieren y esperan tener.