Escritor

Como se sabe, cuando el PP se equivoca también lleva la razón. Este es un país que se equivoca mucho, y comenzó a equivocarse con don Pelayo, que fue el primero en tocarse los testículos también cuando dijo aquello de "a por ellos, oé, a por ellos oé..." y desde entonces no han parado de correr los moros haciendo la salvedad del rato que Franco utilizó a los moros a correr republicanos, que tampoco eran cristianos sino laicos como ya se sabe. Por ejemplo, Ramírez del Molino informa sobre la feria de Badajoz que ha sido un éxito como todo, y a renglón seguido nos enteramos por Barredo que todavía no se ponen de acuerdo Protección Civil y la Cruz Roja sobre los centenares de niños que se cogieron la papalina en dicha gloriosa feria, donde los feriantes ya han declarado que no van a volver, que a este paso entre la pedrá que le ha pronosticao Celdrán a Barradas, y los niños borrachos y los feriantes, pues no va a quedar nadie en Badajoz, donde dicen que se va también Orduña, ahora que parece que le había cogido las vueltas a la oposición.

En fin, que Badajoz está como desaparecida con ese lenguaje de oprimido que tiene Celdrán cuando debiera ser al revés y gobernar con aplomo y no como si él fuera la oposición, que pienso yo que lo que pasa es que a la ciudad le gusta, pero como la ciudad ya hemos dicho que suele estar en Isla Cristina, pues yo verdaderamente estoy hecho un lío, porque ya no sé si vivo en Badajoz o estoy de realquilado, si encima tengo que esperar cinco años a que un grupo de aguerridos empresarios se hagan cargo del CD Badajoz, que también está desaparecido.

El que sí está en Mérida es Miguel Murillo, que en el programa de mano lo ponen al lado de la sastra, aunque todos elogiamos su versión de La paz , que se ríe uno un montón, y falte un poco el fantasma de Rumsfeld, para que nos hagamos un poco la idea verdadera de esta paz de cartón piedra. Por cierto, que Margallo está colosal en su dirección, y Kremel es el que parece que está más ausente.