WUwna de cada tres viviendas nuevas acabadas durante el 2005 en Europa se construyeron en España. Mucho más de lo que nos corresponde por ser el 10% de la población de la UE. Pero síntoma suficiente para corroborar la solidez del sector de la construcción en España, más allá de lo previsible, y que en términos también europeos se justifica por la proliferación de la segunda residencia --sea para españoles o comunitarios--, favorecida por la implantación del euro y los bajos tipos de interés.

Los datos de Eurconstruct presentados recientemente en Barcelona, además de confirmar que el boom constructor se prorroga también este año, recogen indicios evidentes de que el ciclo alcista irracional de los últimos años --más viviendas construidas que nunca y, sin embargo, precios ascendentes sin límite -- empieza a declinar. La construcción de viviendas en España tiende a seguir los mismos porcentajes de crecimiento de la economía. Buen indicio: la subida de tipos de interés, con su efecto sobre las hipotecas, y las expectativas de menor crecimiento económico y de moderación salarial van a reconducir, a partir del 2007, al sector de la construcción a su tamaño adecuado.