WHw ace bien el presidente Zapatero al cortar de raíz con firmeza toda especulación sobre un adelanto electoral al próximo octubre. Si en algún momento una disolución anticipada en unos pocos meses podía contemplarse como una opción a tener en cuenta, el anuncio de ETA de que rompe la tregua la hace imposible. El Gobierno debe dedicar todos sus esfuerzos a hacer frente a la anunciada ofensiva terrorista, y sería un grave error dar a entender que la legislatura de la democracia española se acorta como consecuencia de la locura de una banda de criminales. Las elecciones, por lo tanto, se celebrarán cuando tocan: en marzo del 2008. Los resultados de los comicios del pasado día 27 no fueron buenos para el partido del Gobierno, pero la popularidad de Zapatero está por encima de la de su rival Rajoy, por lo que el primero podía haber tenido la legítima tentación de convocar a las urnas tras el verano, antes de que la situación empeorase en su contra. El Gobierno dio ayer otra muestra de firmeza al ordenar el ingreso en la cárcel de Aranjuez (Madrid) del preso etarra De Juana Chaos. En realidad, esa medida debería haberla aplicado de forma inmediata cuando De Juana anunció que se negaba a portar el brazalete con control telemático que garantizaba la vigilancia a distancia cuando pasara a cumplir condena en su domicilio. Llevarla a cabo después del comunicado de la banda traslada la impresión de que una cosa ha traído la otra. De todas formas, resultaba inevitable que, dadas las nuevas circunstancias, el Gobierno modificara su inicial disposición a facilitar el cumplimiento de la parte de condena todavía pendiente en su domicilio y se mostrara sensible el clamor de la calle.