XLxa educación es la base del progreso y su primer objetivo debe ser el refuerzo de las posibilidades de cada individuo dentro de la sociedad para poder presentarlo ante el mercado laboral con las mayores garantías de éxito. Difícilmente conseguiremos ese objetivo si rebajamos el grado de exigencia, dimitimos de nuestra responsabilidad o no luchamos por mantener, o recuperar, la autoridad que nos corresponde.

El papel de todos los componentes de los sectores que conformamos la comunidad educativa es importante, de ahí que se nos deba exigir compromiso, corresponsabilidad e implicación. Los profesores desempeñamos dentro del sistema educativo una labor fundamental como transmisores de conocimientos y habilidades a los alumnos, que marcará el futuro de las próximas generaciones y del propio modelo de mundo. Sin embargo de vez en cuando aparece un estudio, una estadística o una evidencia que deja en mal lugar nuestro sistema y baja la ya maltrecha autoestima de quienes hacemos lo que está en nuestras manos por resolver el grave problema del fracaso escolar. Según el último informe de la OCDE la tasa de fracaso escolar en nuestro país es una de las más elevadas, el 33% de los estudiantes españoles no superan el bachillerato, frente al 21% del resto de países de la OCDE. Los países que más invierten en educación son los que obtienen mejores resultados, y ese es otro punto débil de nuestro sistema educativo. Mientras el gasto medio por alumno y año es de 6.100 euros en los países de la OCDE, en España se rebaja la cifra hasta los 4.900 euros.

En Extremadura, donde el 44% de los alumnos abandonan los estudios sin obtener el título de Graduado en Secundaria, la Consejería de Educación inició el curso pasado un debate sobre la educación con un calendario de actuaciones y de conclusiones. Según la consejera en el debate participó todo el mundo, sin embargo de las conclusiones aún no sabemos nada, a pesar de estar a mediados de octubre, y de las propuestas de mejora, lo que publican estos días los medios de comunicación, pues la Dirección General de Política Educativa no se ha dignado a reunirse con los sindicatos representativos del profesorado para informarles de las actuaciones que piensan seguir. Si realmente quiere rebajar el fracaso escolar en Extremadura la consejería debe tomar conciencia de que éste es un problema de todos, y que entre todos debemos atajarlo. Sobran ya las campañas de maquillaje, de grandes frases y las salidas de pata de silla de nuestros dirigentes cuando se dice lo que no quieren oír. Todos los componentes de la comunidad educativa somos conscientes de la gravedad del problema y deseamos colaborar en su resolución. Que no sea una vez más la prepotencia y la soberbia de quienes tienen el poder las que excluyan a quienes hemos participado en el Debate Educativo de la toma de decisiones. CSI-CSIF está a favor de los Programas de Acompañamiento Escolar en los centros de Primaria y de Secundaria, también aprueba el Plan de Apoyo a Centros de Secundaria, pero rechaza y denuncia enérgicamente la actuación unilateral de la consejería, la ausencia de criterios objetivos y públicos de selección de centros y el peligro de desprestigio de la profesión docente si se contrata a personal sin la titulación y cualificación necesarias. Quizás tenga razón la consejera al cabrearse cuando oye hablar de fracaso escolar, pues es más adecuado llamarlo fracaso educativo, ya que el fracaso, cuando se da, no sólo es del alumno, sino también de toda la comunidad educativa, incluida la propia consejería.

*Presidente autonómico

CSI-CSIF Enseñanza