En los cuatro años de presidente balear, Francesc Antich Oliver (Caracas, Venezuela, 28-11-1958) se ha entendido muy bien con quienes no son de su partido. Ayer se reunió con Pujol para reivindicar la participación de sus comunidades en los principales órganos de la Unión Europea y quejarse de que el Gobierno de Aznar margina a las autonomías. Pese a su distinta ideología, ambos hablan claro.

"Los que hablamos claro somos una sola familia", suele subrayar este abogado metido a político, que vivió hasta los dos años en Caracas, adonde su padre había emigrado. Antich se curtió de concejal y luego de alcalde del Ayuntamiento de Algaida. Al frente del PSIB-PSOE, en 1997, preparó a fondo una estrategia que dio resultado dos años después: la alianza con los partidos que hasta entonces habían estado en la oposición de un PP con mayoría absoluta. Con el Pacto del Progreso, socialistas, comunistas, ecologistas y autonomistas de centro (Unió Mallorquina) lograron 31 escaños contra los 28 del PP de Jaume Matas. Han gobernado asumiendo riesgos claros, como la polémica ecotasa (impuesto de un euro diario a cada turista por alojamiento para financiar proyectos medioambientales) y la modificación de las directrices de ordenación del territorio, que ha tenido que aplazarse por el veto de la UM de Maria Antonia Munar.