El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps ha tenido que recular ante la presión de las asociación por la enseñanza pública y admitir que Educación para la Ciudadanía debe impartirse en las lenguas cooficiales de su comunidad, el valenciano y el castellano. Camps se ha salvado por la campaña, porque había una huelga convocada esta semana.